26 de abril de 2024

SOY...

 Soy …

 

 Soy un viajero solitario
En busca del aquel amor
Que me saque de la oscuridad
En la que oculto moro.
 
Mis tinieblas bajo llave están
Me corrompen y quieren salir.
No soporto la decepción
De no poder controlarme.
 
Soy un viajero errante
En busca de un sueño
Quizás imposible de soñar
Pero tan añorado de vivir.
 
¿Dónde estás, el amor anhelado?
Sálvame con tu bendita luz.
Ilumina mi ánima oscura,
Ayúdame a vencer la soledad.
 
Soy un viajero perdido,
Guiado por la estrella fugaz,
La que murió en el firmamento,
Condenándome a la inexistencia.



Soy...

26/04/2024, Gijón


25 de abril de 2024

Un trabajo perfecto

 Un trabajo perfecto

 

 
Decía mi padre, que en paz descanse: “En todo lo que hagas, intenta ser el mejor. Un trabajo bien hecho requiere las mismas energías que uno desastroso. Y el respeto de la gente será tu tarjeta de visita”.
   He seguido su consejo al pie de la letra toda mi vida.
   Por ejemplo, ahora mismo. Con mucha delicadeza voy echando el producto al agua y con la paleta estoy mezclando los ingredientes. A mano. No me gustan los artilugios, soy un artesano. Lo remuevo todo con constancia y calma. En esto las prisas no son buenas. Por fin la mezcla adquiere una textura suave y ligeramente elástica, con un poco de brillo lacado. Perfecta.
   Con movimientos precisos, desarrollados durante muchos años de mi total dedicación al oficio, voy colocando un ladrillo detrás de otro. Ya no necesito usar el nivel. Mi ojo del buen cubero sabe detectar cualquier defecto. Las filas rectas de ladrillos unidos con mortero van subiendo a buen ritmo. Ya casi he terminado la pared.
   Echo el último vistazo a mi obra. Perfecta. Nada falta, nada sobra.
   Pasarán muchos años, seguro que yo estaré criando malvas, pero alguien descubrirá mi colección de cuerpos emparedados. En fin, es a lo que me dedico…

 



                                                                           25/04/2024, Gijón

11 de abril de 2024

En silencio

 

En silencio

 
 Hablamos en silencio con los labios cerrados.
Nos miramos con los ojos sin abrir
Y acariciamos con el roce de la brisa.
Sin tocarnos nos podemos sentir.
 
Cada instante de amor lo guardamos
Como un tesoro sin querer compartir
Con el mundo, lleno de envidia,
Que cruelmente nos quiere herir.
 
Lo que sentimos es algo tan bello
Y, sin embargo, tan frágil también.
Pero resiste a pesar de los tiempos
Sin importarnos el “cómo” y el “por qué”.
 
Caminamos, cogidos de las manos.
Nos sostenemos, sin dejarnos caer
En la triste rutina y el desánimo.
Si nos amamos, los podemos vencer.
 
Hablamos en silencio y, sin embargo,
Nos decimos todo…







         11/04/2024, Gijón

9 de abril de 2024

El estreno desastroso..o no

 El estreno desastroso… o no


No sé si les ha pasado alguna vez, chicas.
Un día te levantas, estás feliz y con un bonito subido. Te metes un buen desayuno de huevos y bacón entre pecho y espalda acompañado de un enorme tazón de café con leche. Claro, sin pan. Una tiene que mantener la línea. Te vistes a estrenar y te maquillas según el último tutorial de YouTube. Estás despampanante.
   Antes de salir a la calle a comer el mundo, te entran las ganas de hacer pis. La vejiga es muy inoportuna y más cuando tienes el medio litro de leche y café dentro.
   Por fin, sales del portal y bajas a la calle igual que una diosa. Barbilla en alto y haciendo el caso omiso (aunque disfrutando como el cerdo en una charca) de los piropos que te echan desde los coches que te adelantan. Llevas una falda nueva, de esas que tienen mucho vuelo y encaje. Un top ajustado y zapatos de aguja. Te encanta sentirte empoderada y rezas para no tropezar y caer desde la altura de tu ego.  En el fondo eres una mujer normal y no estás acostumbrada a tanta atención. Por fin te das cuenta de que la dieta Keto funciona y que el sacrificio corporal en el gimnasio ha dado sus frutos. ¿Quién lo iba a decir?
   Tú eres una nave con velas henchidas que surca el mar de la multitud hasta que esperando en el paso de peatones oyes un carraspeo:
   — Señora, disculpe. — Te giras y ves a un hombre elegante y de buen ver—. Siento molestarla, pero tiene su falda levantada justo por detrás. Se le ve todo…
   Ahí mismo te mueres y antes de entrar en el purgatorio te das cuenta de que cuando fuiste al baño, el bajo de tu nueva falda ha quedado dentro de la cinturilla de los pantis. Y tú, sin enterarte, ibas enseñando el culo desde hace una eternidad.
  ¿Que qué pasó después?
   Me casé con este hombre galante y samaritano. Por cierto, no me permitió tirar la falda. Alguna que otra vez la uso en nuestros juegos de alcoba.






                                                                          08/04/2024, Gijón