20 de noviembre de 2022

EN LA NOCHE


EN LA NOCHE

Hombre de negro

 

   Es noche cerrada. Silencio. No se ve ni un alma. El viejo barrio está sumido en un sueño intranquilo. En alguna parte de la negrura empieza a oírse el eco de unos pasos que poco a poco resuenan en toda la calle, pobremente iluminada.

   Las paredes oscuras de los edificios acechan al transeúnte. Las ventanas, cerradas a cal y canto, son incapaces de proteger a sus habitantes de frío y humedad. Las sucias farolas apenas dan luz para reunir enjambres de insectos. La atmósfera execrable llena cada recoveco. Parece que el mismo mal está al asecho de algún incauto.

   Al acercarse los pasos, un gato callejero, muy cenceño, queda atónito en medio de la calle. Él conoce el comportamiento insidioso y atrabiliario de los humanos y se mete en el primer agujero que ve. Por ahora, estará a salvo. Los pasos continúan su camino.

   De repente unas risas y el jolgorio rompen el tenso silencio cuando una taberna escupe a un borracho. El tipo profiriendo obscenidades y con ganas de una buena trifulca grita algo al transeúnte. Este se le acerca. Con un movimiento rápido un puñal atraviesa las ropas andrajosas y el borracho cae con la mirada perpleja, balbuceando un galimatías. El asesino limpia la daga con un pañuelo níveo y prosigue su camino.

   Más adelante, en una pequeña plaza, un par de prostitutas se acercan a una farola para contar los míseros peniques. Con este frío hay pocos clientes. Apenas les llegará para pagar el cuartucho de mala muerte. Y para comer habrá que seguir trabajando. La noche es larga. Igual les cae algún ricachón generoso.

   La figura oscura con pasos firmes se dirige hasta ahí. No lo esperan. Ellas, tan denostadas por los demás, son una presa fácil. Nadie las echará en falta. No son nada, pero sus corazones frescos serán perfectos para que el experimento siga adelante. El Maestro estará complacido y le permitirá verla, aunque un minuto.

   La daga brilla en la noche…

 

 






                                                                                                              18/11/2022, Gijón




                                                                                                                                          

9 de noviembre de 2022

Sacrificio


   Siente el tacto de metal en la nuca, justo detrás de la oreja derecha. Otro intento de lucha y sus sesos decorarán el salpicadero. El asaltante lo dejó claro.
   Lo ha cogido por sorpresa, justo cuando entraba en el coche, y hasta ahora no ha pedido nada, salvo conducir por la oscura y solitaria carretera hasta su casa. Él no puede permitir que el desconocido invada su hogar: su familia está ahí.
  Cada curva les acerca al destino. Los intentos de convencer al individuo dejaron su cara hecha carne. Él sabe que más adelante hay un viejo roble, pegado a la carretera. Pisa el acelerador a fondo. 
   El árbol entra en el coche...