Sin color
El mundo ha perdido el color.
No sé en qué momento ha pasado, pero un día
el sol se hizo bola de plata y tiñó el cielo azul en un gris anodino. El agua
del estanque ya no era ni esmeralda ni zarca, sino la tinta negra. Los árboles,
despojados de marrones, ocres y verdes, ahora son estructuras sin vida. La hierba a sus pies, antes llena de coloridas flores, se ha convertido en un
tapiz minimalista de tonalidades grisáceas, salpicado de manchurrones negros. ¿Y
los pajarillos?… Ahora son cuervos.
Yo también he perdido el color …
Cuando te fuiste.
20/01/2025, Gijón
© La
Pluma del Este