La constructora CCC
La
empresa constructora de los Tres Cerditos iba viento en popa. La
primera fase de la urbanización ya estaba terminada y a la espera
del inspector municipal don Lobo. Aquel
día hacía mucho viento y casi todos los tejados de paja de las
casas volaron por los aires. El inspector paró la obra de los cerditos y les impuso una multa. Pasados
unos meses las viviendas mejoradas de nuevo estaban preparadas para
la entrega. De nuevo los cerdos han tenido la mala suerte con el
tiempo. Ha llovido muchísimo y la mitad de las casas se han
desmoronado. Y también don Lobo paró todo y con la multa mucho más
alta. Los cerditos se desesperaban. Sus vidas dependían de ello. Estaban sin
blanca y la mafia exigía la devolución de los préstamos. Así que
han invitado al inspector a la casa piloto de piedra y le prometieron
seguir con la misma calidad en el resto de viviendas. Decidieron celebrar el nuevo proyecto y cuando Lobo se
relajó, uno de los cerditos le dio un golpe en la cabeza. En
el patio trasero, un camión de hormigón esperaba para encofrar una
piscina…
25/04/2023, Gijón
Una interesante reinterpretación del cuento clásico. En algún momento todos hemos sido o seremos cerdos y lobos.
ResponderEliminarJa, ja, ja. Así es. Con lo que me gusta el cerdo, tendré que ser una loba. (Ji, ji, ji)
EliminarUn saludo.