Le daré diez minutos más para que elija.
Así llevamos casi una hora. Mi paciencia está al límite y la del resto que nos rodean, también. Lo dicen sus miradas, resoplidos, suspiros y montones de cajas apiladas. Ya me estoy arrepintiendo de la promesa que le hice.
Por fin la elección está hecha. Una carita risueña y feliz lo confirma.
Mi hija se pone las nuevas katiuskas rosa chicle con purpurina y se convierte en la Reina de los Charcos. Los casi veinte pares que se ha probado, se quedan agazapados esperando por los siguientes padres.
-Mamá, me prometiste helado de fresa-nata-mora-frambuesa.
A cumplir lo prometido.
15/02/2023, Gijón
En la infancia se tienen que probar varias cosas. Algunas son ineludibles, como leer a Michael Ende y chapotear en charcos con unas katiuskas.
ResponderEliminarYo elijía...katiuskas, jajaja. Gracias por comentar.
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