El mundo oculto
Unas
manos invisibles lo arrastraban por el oscuro túnel, lleno de raíces y moho.
Estaba confuso y mareado a causa de este extraño e irreal viaje. ¿Cómo ha
terminado bajo tierra?
Cada
domingo iba al bosque para contemplar las aves. Especialmente al Trepador Azul.
Lo vio en un árbol muy viejo y al acercarse, tropezó y cayó en un agujero. Es
todo lo que recordaba…
Por fin,
el túnel acabó en una enorme cueva. Sus límites se perdían en la oscuridad. Desde
arriba bajaban las estalactitas de intrincadas formas, como si fueran lámparas
que refulgían con miles de lucecitas de colores inimaginables. El aire estaba
impregnado de aromas embriagadoras y se oía música y voces, cantando en una
lengua melodiosa que no reconocía. Las manos lo han empujado al centro de la
cueva.
Ahí la
vio…
Se movía
con gracia de una reina. Sus brazos eran como el mármol más níveo. Su largo
pelo dorado, parecía tener vida propia. Su vestido, de telas más finas y
delicadas, ligero y casi transparente, era un engarce perfecto para su hermoso
cuerpo. Sus movimientos hipnóticos evocaban a las odaliscas más refinadas de las
cortes de antiguos reyes. Lo miró con sus ojos violeta y le regalo una sonrisa.
Lo llamó. Y, como si estuviera hechizado, quiso acompañarla en aquel
vertiginoso baile por toda la eternidad…
Cuando
volvió en sí, en el bosque, ya caía la noche. Regresó a casa con el vago
recuerdo de lo que ha pasado. ¿Era real o solo un sueño?
Días
después, al revelar las fotos, solo había una — de una bella mujer bailando.
Mejor que siga oculto y cuanto menos humanos lo descubran, mejor.
ResponderEliminarSi, es cierto. Pero dicen las leyendas que las hadas secuestran a los humanos, hombres, que nunca vuelven...Éste tuvo "suerte". Saludos y muchas gracias por dedicar su tiempo en leerme.
EliminarSoy su nueva seguidora. Su blog tiene muy buena y oscura pinta.
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