¿En
qué piensas? ¿Por qué no te atreves a cruzar la calle? La lluvia
se hace más fuerte a cada minuto. El paraguas, que llevas, apenas te
protege. Debajo de tus pies se está formando un charco. Seguro que
ya tienes calados tus zapatos. Pero sigues ahí, clavada en la mitad
de la acera, con la mirada ausente. ¿Esperas a alguien?
Te veo llorando. Quiero acercarme, pero no quiero asustarte. Estás tan ensimismada.
La lluvia ya es un aguacero. En la calle quedamos solo tú y yo. Por fin me decido y me acerco muy lentamente hacia ti. No te asustes...
Mi hocico frío toca tu mano. Te saltas un poco y enseguida la pones en mi cabeza.
Te veo llorando. Quiero acercarme, pero no quiero asustarte. Estás tan ensimismada.
La lluvia ya es un aguacero. En la calle quedamos solo tú y yo. Por fin me decido y me acerco muy lentamente hacia ti. No te asustes...
Mi hocico frío toca tu mano. Te saltas un poco y enseguida la pones en mi cabeza.
No hay comentarios:
Publicar un comentario