14 de octubre de 2022

La huida

La huida



   Ya son las nueve de la noche. El polígono está desierto. La ventana de mi oficina, que está al ras de la calle, es un faro. Todo el mundo ya se fue, pero yo sigo trabajando. El cierre del año me tiene exhausta y quiero irme ya. Por fin termino con el papeleo y salgo a la oscuridad.
  El silencio me rodea. Estoy sola. Empiezo a caminar. Las escasas farolas, como silenciosos guardianes, apenas alumbran la calle. Huele a lluvia. Las primeras gotas me salpican la cara.
   Detrás de mí oigo unos pasos. Me giro y no veo a nadie. Pero me siento observada y el escalofrío recorre la espalda. Otra vez el ruido, pero de algo metálico, arrastrado por el asfalto. Busco el móvil. Me tiemblan las manos. Estoy muerta de miedo. ¡Mierda! Lo he dejado cargando en mi mesa. Tengo que llegar al coche. Los cuarenta metros que separan mi oficina de la plaza del aparcamiento, ahora son kilómetros.
   Empiezo a correr.
   Los pasos, también...
                                                                         







                                                        
                                                                                                        (Continuará...)

9 comentarios:

  1. Soledad y oscuridad. Ambiente de encierro y opresión muy bien creado.
    Cuando la lluvia parece un elemento liberador, comienza el miedo para la protagonista,llega el miedo, esa presencia invisible que invade a la protagonista.
    El final es abierto, pero el clima que has creado en el relato , nos permite averiguarlo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Creo que en la oscuridad siempre hay algo, o alguien. Nos ve, nos asecha. Siempre hay alguien que nos observa. Y nosotros, sin darnos cuenta. Un saludo y mil gracias por leerme.

      Eliminar
  2. Un final terrible: el temor dando paso al miedo con su congoja y plomo en las piernas

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, por leerme. La verdad es que yo también en su lugar tendría miedo. Un saludo.

      Eliminar
  3. Quiero pensar, que es el eco de sus propios pasos...

    ResponderEliminar
  4. Y si tan sólo son dos personas que van a la misma hora, en la misma dirección. Quizá hay cierta autosugestión...;)

    ResponderEliminar
  5. Buenos días, gracias por compartir, no había tenido tiempo de estrar a facebook y me faltaba la primera parte, gracias por compartir tus maravillosos escritos.
    Bendiciones 🙌🫰

    ResponderEliminar