Atando los cabos
—¡Qué feliz estoy con esta aventura!
Menos mal que insististe en traerme a este acantilado. Las vistas son
maravillosas. Y el mar, ahí, abajo, se ve tan implacable, tan cruel, tan
inmenso. Es una pena que casi nadie conozca este lugar. Gracias… No merezco tu ami…
«Amistad, zorra… Amistad… ¡Serás puta mentirosa! ¡Claro que no te la
mereces! ¡Dios, qué fácil ha sido! No lo esperabas, ja, ja, ja… No te dio
tiempo ni para gritar, zorra. De entre todos los hombres, ¿por qué mi marido?
¿Por qué? Me clavaste un puñal, zorra. Me jodiste la vida… Ya anochece, la
marea sube y a saber dónde arrastrará tu cuerpo escuálido, cabrona. Ahora voy a
cocinar una cena “exquisita” para el hijo de puta con el que me casé… Su última
cena…»
12/11/2024, Gijón
Se lo tienen merecido. Hay que respetar los votos matrimoniales hasta que la muerte los separe; la muerte natural, digo.:)
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